Por GASPAR PATIÑO.
La situación actual del Taekwondo en México se puede describir como una crisis multifactorial que combina un declive en los resultados deportivos de alto nivel con una profunda problemática estructural y de gobernanza a nivel federativo.
1. Fracasos en la Escena Olímpica y Mundial.
El elemento más visible y doloroso de la crisis es el colapso del medallero olímpico.
• Sequía Olímpica (Tokio 2020 y París 2024): El no conseguir medallas en dos Juegos Olímpicos consecutivos es una ruptura histórica. México fue una potencia constante en el podio desde Sídney 2000 (y como exhibición desde 1988), lo que convierte este doble fracaso en un indicador irrefutable del retroceso. La expectativa histórica ya no se cumple, marcando una pérdida de estatus a nivel mundial.
• Declive en Mundiales (Wuxi y anteriores): Si bien el Campeonato Mundial de Bakú 2023 (NO Wuxi, que fue la sede del mundial de 2025 y que. en Baku tuvo una medalla de plata y un bronce) mostró la tendencia de bajo rendimiento en rondas iniciales en las categorías de combate, se revela una disminución de la base competitiva de élite.
Que solo un atleta supere la segunda ronda en un mundial es un resultado alarmante que indica que la profundidad del equipo y el nivel de preparación general no son suficientes para competir con la media y alta tabla mundial. Este bajo desempeño en el principal evento de la disciplina es un signo de debilidad estructural.

2. La Paradoja del Apoyo Gubernamental
Existe una clara desconexión entre inversión y resultados en la era reciente de la Federación Mexicana de Taekwondo (FMTKD) bajo la dirección de Raymundo González.
• Inversión sin Retorno: El hecho de que la disciplina haya recibido un apoyo gubernamental significativo ($160 millones de pesos) y fuera considerado un “deporte prioritario” es una paradoja. En lugar de consolidar la hegemonía continental ganada entre los 80 y 90, se perdió. Este dinero no se tradujo en el mantenimiento del alto rendimiento.
• El Legado vs. La Actualidad: El contraste con las generaciones de los 80 y 90 es brutal. Aquellos atletas lograron la cúspide (campeonato de la Copa del Mundo 1996, dominancia total en Centroamericanos y Panamericanos en general en el continente americano) con poco o nulo apoyo, basándose en la mística, el esfuerzo personal y la calidad técnica. Esto sugiere que el éxito no era solo una cuestión de recursos financieros, sino de un ecosistema de formación, liderazgo y valores que hoy se ha perdido, a pesar de la inyección de capital.
• Pérdida de Apoyo Guberamental: La consecuente pérdida del estatus de “deporte prioritario” y la disminución de apoyo es la consecuencia lógica del fracaso deportivo reciente y la falta de justificación en el uso de los recursos.
3. Deterioro de la Gobernanza Federativa
El factor más corrosivo y que explica los puntos anteriores es el deterioro institucional y ético en la FMTKD.
• Falta de Transparencia y División: La ausencia de transparencia, las imposiciones y los vetos son síntomas de un liderazgo autoritario y clientelar. Esto genera desconfianza, polarización y, fundamentalmente, divide a la comunidad del Taekwondo (maestros, directivos, atletas).
• Impacto en el Deporte: Una federación dividida y opaca no puede garantizar procesos de selección justos, planeaciones de alto rendimiento adecuadas, ni un ambiente de trabajo estable y motivador para los atletas y entrenadores. La crisis deportiva es, en gran medida, la consecuencia directa de la crisis federativa. Las polémicas en torno a la reelección de Raymundo González, y la intervención (o amenaza de intervención/suspensión) de World Taekwondo por problemas de gobernanza, confirman que el problema no es solo de resultados, sino de estructura legal y administrativa.

💡 Conclusión y Reflexión
Sí, con estos argumentos, el Taekwondo de México requiere, de manera imperativa, una nueva estructura para retomar lo que alguna vez fue.
El problema ya no es solo técnico-deportivo; es institucional, ético y de liderazgo.
1. Liderazgo y Gobernanza: La prioridad debe ser la sanación de la FMTKD. Esto implica exigir transparencia total en el uso de recursos y en los procesos de selección, y establecer una nueva estructura de liderazgo que ponga el interés deportivo nacional por encima de los intereses personales o de grupo. La división actual es un obstáculo insuperable para el alto rendimiento.
2. Modelo Deportivo: Se necesita una revisión profunda del modelo de entrenamiento, detección y desarrollo de talentos. El gran apoyo económico no funcionó bajo la estructura actual; se debe invertir inteligentemente en un proyecto a largo plazo que retome la mística de las generaciones anteriores, combinándola con la ciencia y metodología moderna (fisiología, nutrición, psicología deportiva).
3. Restablecer el Ecosistema: Se debe reintegrar a la comunidad (maestros, vetados, medios de comunicación críticos) y aprovechar su experiencia. El Taekwondo mexicano siempre ha sido fuerte desde la base de los dojangs privados; la nueva estructura debe ser un facilitador y no un obstáculo para ese talento.
Sin una reingeniería profunda a nivel directivo y administrativo, la inversión de recursos futuros (sea mucha o poca) seguirá siendo ineficiente, y los resultados olímpicos y mundiales continuarán en el declive.